ROSAS, Claudia (Ed.). Mujeres de armas tomar. La participación femenina en las guerras del Perú republicano. Lima: Ministerio de Defensa, 2021, 338 p.
Lic. Juan Antonio Lan NinamangoFLACSO, Ecuador
Mujeres de armas tomar. La participación femenina en las guerras del Perú republicano es un libro editado por Claudia Rosas, que reúne trabajos inéditos sobre el papel de las mujeres en las guerras del Perú republicano y también reproduce artículos aparecidos en distintas revistas y libros que no son de fácil acceso para el gran público. La publicación se originó por una solicitud del Ministerio de Defensa y, en especial, por el impulso de la primera ministra mujer en esa cartera: Nuria Esparch. Esta edición está disponible libremente en las plataformas digitales estatales, lo que le ha dado gran alcance y difusión en distintas redes sociales; en otras palabras, ha sido una publicación con gran llegada a la población, lo que rara vez consigue un trabajo de historia y propuesto por el Estado.
Casi en su totalidad, la historia de la guerra y sus temas co-nexos tuvieron como protagonistas a personajes masculinos, salvo casos atípicos en los que las mujeres aparecen en la historiografía decimonónica y del siglo XX como un grupo subordinado o derivado de sus análogos masculinos. Eso se puede observar en el caso de las heroínas que actuaron como personajes incómodos que trasgredieron los roles adscritos a las mujeres por la sociedad y a pesar de ello aparecen en una posición dependiente al ser esposas, hijas o hermanas de hombres y no como actores autónomos. El libro de Claudia Rosas intenta visibilizar a las mujeres no solo como personajes individuales destacados, sino también como actores socia-les con agencia en diferentes momentos claves de la historia peruana. La publicación se divide en cuatro partes cronológicas. La primera sección aborda las guerras de la independencia; la segunda, los primeros años de la República inicial; la tercera, se refiere a la guerra del Pacífico (1879-1884) y la última, aborda la guerra con el Ecuador de 1941.
El libro empieza con un potente artículo de Sara Beatriz Guardia sobre Micaela Bastidas y la insurrección de 1780. Si bien este trabajo no encaja en el plano temporal republicano del libro, se destacan las acciones de esta heroína con fuentes que muestran el testimonio del personaje de primera mano, como son las cartas que dirigía a Túpac Amaru, entre otras. Desde un plano más simbólico y de cultura política, encontramos los trabajos de Otemberg sobre la participación de las mujeres en los rituales políticos de la época sanmartiniana; también se aprecia el trabajo de Daniel Morán y María Aguirre sobre la educación de las mujeres y la prensa en la in-dependencia. El aspecto material no se queda atrás, pues las contribuciones económicas de mujeres de la élite y plebeyas están registradas en tiempos del protectorado en el trabajo de Arnaldo Mera. Las representaciones y las narrativas del plano regional se encuentran en el trabajo de Nelson Pereyra, quien analiza la imagen de María Parado de Bellido y la independencia en Huamanga. El segundo bloque se sitúa en los años iniciales de la República y el caudillismo con artículos de Claudia Núñez sobre la mariscala. También está el trabajo de Magally Alegre sobre la vestimenta y los significados en torno a su uso.
El estudio de mujeres en estos contextos bélicos muestra no solo cuestiones de género, sino también de clase, etnia y raza en varios de los artículos presentados. En ese sentido, hay que relevar los trabajos de Claudia Rosas sobre las rabonas y el de Juan José Rodríguez sobre la participación de las mujeres en la guerra del Pacífico. Ambas investigaciones tienen en común el análisis de las mujeres tanto de la élite como subalternas que se hallaban entre lo público y lo privado en el plano bélico. Por un lado, están las rabonas, que eran las acompañantes de los ejércitos y se encargaban de llevar su-ministros y mostraron gran valentía y entrega patriótica. Por otro lado, están las distintas formas de participación de las mujeres en la guerra del Pacífico descritas por Rodríguez.
Ellas aparecen en las acciones de voluntariado, en las labo-res asistenciales y como novias de luto y novias de chilenos. El trabajo de María del Carmen Escala resulta revelador, ya que muestra las opiniones de una mujer letrada, la tacneña Carolina Freyre de Jaimes, quien a través de sus escritos des-tacó el “deber ser” de las mujeres como el ángel del hogar en momentos de guerra. Por último, es de suma importancia el artículo de Rosa Huamán por mostrar el papel femenino en aspectos como el voluntariado, las donaciones y la prestación de servicios durante la guerra del Pacífico.
Los trabajos presentados son pioneros en estos asuntos y se reconoce el trabajo de edición de Rosas; no obstante, se nota que no todos tienen los mismos componentes analíticos ni documentales. El tratamiento desigual se evidencia en el último artículo de François Bignon, que si bien presenta fuentes primarias importantes y de interés para mostrar la participación femenina en un conflicto prácticamente no estudiado, como es el caso de la guerra con el Ecuador, carece de contextualización y profundidad analítica necesarias en un tema de tales dimensiones. De todas maneras, es un marco temporal que necesitaba ser cubierto y esperamos que el autor lo desarrolle con mayor profundidad en el futuro.
El hilo conductor que recorre los trabajos es rescatar el papel de las mujeres en la historia militar y bélica y, por lo general, lo consiguen gracias a las manifestaciones de otros actores letrados de la época que sí poseen una voz capaz de hablar en nombre de los sujetos femeninos. Entre los personajes letra-dos encontramos a viajeros, intelectuales, políticos y milita-res, entre otros. En ese sentido, se podría decir que estamos frente a personas que se encuentran en una posición de subalternidad respecto a quienes tienen el poder de representar. Esto aparece como una tensión irresuelta en muchos pasajes del libro, ya que en los casos incluidos las fuentes están atravesadas por la mediación, debido a que las protagonistas no dan sus propias versiones directas ni testimonios personales de los sucesos, salvo en los artículos de Sara Beatriz Guardia y María del Carmen Escala. Este problema quizás se deba a la naturaleza de las fuentes escritas utilizadas, que no emanan de los sectores estudiados, pues los grupos subalternos no tenían facilidades de acceso a la lectoescritura antes de la expansión del alfabetismo, ni al registro oral que ocurrió recién en el siglo XX. De allí la necesidad de que en futuras investigaciones se ubiquen y expongan fuentes con la menor mediación posible de las protagonistas y de quienes tienen el poder simbólico de la representación.
Esta publicación tiene el mérito de mostrar el nuevo interés del Estado en la promoción de trabajos históricos y esperamos que ello continúe y se expanda. Recientemente, Alfredo Escudero mostró la ironía de que, por lo general, las instituciones gubernamentales celebran y reconocen simbólicamente el trabajo de los historiadores; sin embargo, “estos no brindan soportes institucionales ni financieros a los investigadores”.1 Deseamos que este desfase sea superado, que se impulse el trabajo de los historiadores y que el Estado promueva las investigaciones históricas en este bicentenario y en el futuro. En ese sentido, confiamos en que la publicación de Mujeres de armas tomar sea el inicio de ese cambio necesario.
- Escudero, Alfredo (2021). Un bicentenario sin proyectos e instituciones es-tatales para la historia. Publicado en la web El Reportero de la Historia. https://reporterohistoria.com/2021/08/08/un-bicentenario-sin-proyec-tos-e-instituciones-estatales-para-la-historia
Cómo citar. Lan Ninamango, J. A. (2021). ROSAS, Claudia (Ed.). Mujeres de armas tomar. La participación femenina en las guerras del Perú republicano. Lima: Ministerio de Defensa, 2021, 338 p. Revista Del Instituto Riva-Agüero, 6(2), 489-492. https://doi.org/10.18800/revistaira.202102.015